Que lo abandones cuando tu corazón así te lo indique no significa ningún desaire a ti mismo ni a los demás.
Pero tu decisión de seguir esa senda o apartarte de ella no debe ser producto del temor ni la ambición.
Examina cada camino atentamente. Pruébalo tantas veces como te parezca necesario.
Luego hazte a ti mismo, y sólo a ti, esta pregunta:
¿Tiene corazón este camino?
Todos los caminos atraviesan la maleza, se internan o van por debajo de ella. Si ese camino tiene corazón, entonces es bueno. De lo contrario, no te servirá de nada.
Uno hace gozoso el viaje: mientras lo sigues eres uno con él y el otro no. Uno te hace fuerte, el otro te debilita.
Las enseñanzas de Don Juan.
Carlos Castaneda
© 2014 Belén Giménez. Coaching. Madrid. info@coaching-vital.com